Si no se establece una estrategia de prevención del creciente fenómeno de patologías mentales que surgen entre los niños, provocado por el abandono de sus padres, se corre el riesgo de que en un futuro cercano la sociedad mexicana sea “enferma mental” y más agresiva, afirmó José de Jesús González Núñez, presidente honorario del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS), quien dijo que se tendría una población con menos límites, y en consecuencia un “menor respeto por la autoridad”.
Los trastornos de este segmento de la población, cuya edad oscila entre los 0 y 14 años, que representa el 29.1% de la población total –según datos de INEGI de 2010–, son depresión, baja autoestima (depresión), acoso escolar, déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ansiedad y angustia.
Explicó que establecer límites a los niños es una condición para la salud mental, porque de ella se deriva “respeto racional a la autoridad”, sea ésta positiva o negativa.“Cuando no se ponen límites a los niños y los padres recurren al dinero como compensación por la falta de cuidados, pierden el sentido de respeto a la autoridad”.
El director de IIPCS explicó que tal patología infantil surge en un mercado laboral que “obliga a los padres a abandonarlos”, debido a la necesidad de emplearse para sobrevivir”, pero que no obstante que sí existe la intención paterna de solución a este problema, carecen del tiempo suficiente para hacerlo. En consecuencia, “los niños no tienen la suficiente compañía, ni guía para que desarrollen sus capacidades”.
El psicólogo González Núñez explicó que una de las consecuencias del abandono es una “lenta maduración neurológica” asociada a los trastornos hiperactivos (TDH). “El niño necesita madurar su parte neurológica para estar más tranquilo”. Una patología que se evitaría si los padres acompañan al infante. La constante relación padre-hijo ayudaría a un desarrollo neurológico normal”.
Lo encontrado por el Instituto de Investigación Psicológica es el ciclo abandono–menor desarrollo neurológico–hiperactividad; y a la inversa.
Los problemas de índole emocional son la otra consecuencia del abandono infantil. Se trata de los terrores nocturnos, fobias, depresiones, neurosis y psicosis infantiles, lo que provoca dependencia del niño hacia la madre, o transmisión directa de los miedos paternos a los hijos, o los estados depresión propios del abandono.
Otro de los fenómenos que ocasionan los trastornos mentales de los infantes es la tecnología digital, precisó el psicólogo. De este tema, Iván Zavala, coordinador de Tecnologías de la Información de Fumec, dijo que los padres y las instituciones deben fomentar el uso adecuado de la tecnología, pues no todo se puede dejar en manos de la computadora.
Advirtió que sí es posible impulsar contenidos educativos digitales, no sólo los recreativos, como los sistemas de control escolar, videos y audios interactivos, que desarrollen las competencias de los niños, y para ello recomendó aprovechar el “apagón analógico”.
Dio como ejemplo, al programa Innovec que se centra en la enseñanza de la ciencia a los niños a través de la indagación, cuyo fin es que los infantes descubran las ventajas de la ciencia, un programa con el cual desean aprovechar potencial económico de la ciencia y tecnología, pues será un motor el desarrollo económico.
Pero qué hacer ante las consecuencias del abandono en los niños, el presidente del IIPCS, dijo que no obstante que no existe un sistema educativo que desarrolle las emociones positivas del niño, la escuela sí juega un papel importante en la contención de las emociones negativas del niño: “Hay esfuerzos escolares que dan contención a la agresión, envidia, celos o venganza, para que éstos no se exacerben.
Aunque lo trascendente, precisó, es que los padres dediquen mayor tiempo a los niños, para evitar enfermedades mentales y desarrollar sus capacidades. Recomendó no romper el “cordón emocional imaginario” entre padres e hijos, que en otras palabras es “tener siempre la presencia emocional con los hijos, mediante la estructuración de las relaciones antes de salir: dejarles instrucciones, consejos, tareas, y si es posible estar presente a través del teléfono.
Fuente: elempresario.mx
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