La 65.ª asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se da cita hoy en Ginebra, hasta el sábado, con una agenda de la que destaca el repaso a la asistencia sanitaria universal y a los logros conseguidos respecto al plan del milenio. Además se debatirá sobre la prevención y control de las enfermedades no contagiosas, la incidencia a escala mundial de los trastornos mentales, la nutrición materna, del lactante y del niño pequeño, y los matrimonios precoces y embarazos en la adolescencia. Finalmente, de asuntos presupuestarios, administrativos y de gestión. Se propondrá a la doctora Margaret Chan como directora general para un segundo mandato.
Con motivo de esta reunión, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha comunicado que el nuevo Plan de Acción Mundial sobre Vacunas para los próximos diez años puede fracasar «si no aborda de forma directa las debilidades de los programas de inmunización rutinaria en los países en desarrollo». Cada año, 19 millones de niños no pueden acceder al paquete básico de vacunas recomendado por la OMS.
«El Plan de Acción Mundial sobre Vacunas se ha elaborado con la premisa de que los programas de vacunación básica funcionan correctamente, y esa no es ni mucho menos la realidad en muchos lugares donde trabajamos», afirma la doctora Estrella Lasry, experta en enfermedades tropicales de MSF. «Una estrategia que se centre en las vacunas de más reciente elaboración, sin mejorar los programas existentes, no beneficiará a la mayoría de los niños: sencillamente, no podemos acumular nuevas vacunas y fracasar en lo más esencial».
Problemas logísticos
La mayoría de las vacunas disponibles en la actualidad se administran mediante inyecciones y requieren de trabajadores sanitarios cualificados, «lo que puede suponer una dificultad en un país con escasez de personal sanitario», señala MSF. Para que los niños estén completamente inmunizados, «las personas que cuidan de ellos deben llevarlos a los lugares de vacunación en cinco ocasiones durante el primer año de vida del niño, lo que puede resultar complicado para aquellos que viven en zonas aisladas o no pueden pagar el precio del transporte».
Además, casi todas las vacunas deben mantenerse a baja temperatura, y ello implica un desafío logístico en países con escasa capacidad de refrigeración y un suministro eléctrico inestable. Hasta ahora, hay muy pocas iniciativas para invertir en el desarrollo de vacunas mejor adaptadas al terreno que sean más fáciles de administrar.
El 20 por ciento de todos los niños nacidos anualmente en el mundo (el equivalente a una cifra cuatro veces superior a la de los bebés nacidos en Europa cada año) no tienen acceso al paquete de vacunas básicas que necesitan para protegerse de enfermedades mortales de la infancia. A esta cifra contribuyen, a nivel mundial, los bajos índices de cobertura en algunas regiones, estados y países. Por ejemplo, en el estado de Bihar, en India, el 60% de los bebés no están completamente vacunados.
Fuente: abc.es
La mayoría de las vacunas disponibles en la actualidad se administran mediante inyecciones y requieren de trabajadores sanitarios cualificados, «lo que puede suponer una dificultad en un país con escasez de personal sanitario», señala MSF. Para que los niños estén completamente inmunizados, «las personas que cuidan de ellos deben llevarlos a los lugares de vacunación en cinco ocasiones durante el primer año de vida del niño, lo que puede resultar complicado para aquellos que viven en zonas aisladas o no pueden pagar el precio del transporte».
Además, casi todas las vacunas deben mantenerse a baja temperatura, y ello implica un desafío logístico en países con escasa capacidad de refrigeración y un suministro eléctrico inestable. Hasta ahora, hay muy pocas iniciativas para invertir en el desarrollo de vacunas mejor adaptadas al terreno que sean más fáciles de administrar.
El 20 por ciento de todos los niños nacidos anualmente en el mundo (el equivalente a una cifra cuatro veces superior a la de los bebés nacidos en Europa cada año) no tienen acceso al paquete de vacunas básicas que necesitan para protegerse de enfermedades mortales de la infancia. A esta cifra contribuyen, a nivel mundial, los bajos índices de cobertura en algunas regiones, estados y países. Por ejemplo, en el estado de Bihar, en India, el 60% de los bebés no están completamente vacunados.
Fuente: abc.es
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