Los especialistas aseguran que el acompañamiento en la sala de partos es clave en un momento tan trascendental en la vida de la mujer. Respetar lo que la futura mamá desea es la premisa de la Semana Mundial del Parto Respetado, en la que se fomenta la concientización y la lucha por un parto saludable, responsable y respetuoso, tanto para la madre como para el bebé.
Además, este modo de dar a luz es contemplado en la ley nacional Nº 25.959, de Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento, promulgada en septiembre de 2004. En el artículo 2, la norma habla del derecho de toda mujer “a estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y posparto”.
“El pedido de ingreso a la sala de partos de otra persona es frecuente en el hospital y se permite siempre y cuando no sea césarea”, dijo a La República la directora del Hospital J.R. Vidal, Silvia Lapertosa.
En ese contexto, el padre del bebé y la madre de la parturienta son las personas más elegidas para compartir el alumbramiento. También la hermana, una amiga o amigo, son los elegidos por las futuras mamás en el momento crucial del nacimiento.
Se recomienda contar con un buen equipo médico y que la familia aliente a la embarazada para que tenga confianza en sus capacidades físicas para parir. Claro que hay circunstancias en las que la salud de la mamá y el bebé pueden estar en riesgo y en las que la cesárea sea necesaria.
Por lo natural
El objetivo de esta conmemoración es llevar el tema de la humanización y el respeto en el parto y el nacimiento a los diferentes medios de comunicación, como estrategia para que la población en general se informe, debata y reflexione sobre algún tema específico relacionado con el parto o el nacimiento, el cual se determina como lema de la semana.
En Argentina, la aludida semana ha sido declarada de interés nacional por el Senado de la Nación y cuenta con el auspicio del Consejo Nacional de la Mujer. Este año el lema es “El nacimiento y la economía” (¿cuánto vale el nacimiento de nuestros/as hijas/os?).
Además, esta conmemoración y la citada ley ponen en valor el derecho de toda mujer “al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer”.
Parto humanizado
El parto humanizado reconoce en padres e hijos a los verdaderos protagonistas. Además, apunta a no intervenir o interferir rutinariamente en este proceso natural, no habiendo una situación de riesgo evidente.
También reconoce y respeta las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia (en una institución o en su domicilio) y la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.
Favorece la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto (parto en cuclillas, en el agua, semisentada, o como desee). Promueve el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.
Respeta la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto (familia, amigos). Cuida el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a exámenes innecesarios.
Fuente: diariolarepublica.com.ar
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