Los profesionales de la salud hablan de epidemia y el Gobierno de Washington de gigantesco dolor de cabeza. Se trata de la obesidad, un problema asociado popularmente con la cultura estadounidense de la 'comida basura' y que en el año 2030 afectará al 42% de la población, según un estudio hecho público este martes.
Si se cumplen las previsiones de Eric Finkelstein, líder del estudio desde la Universidad Duke de Durham, en Carolina del Norte, se producirá un aumento del 6% con respecto a los datos actuales en Estados Unidos. En estos momentos, la obesidad afecta al 36% de la población, un problema médico que supone una parte importante del gasto sanitario del país.
Las estimaciones para las próximas dos décadas cifran el gasto en 550.000 millones de dólares, una cantidad que podría haber sido mayor de no haber sido por la desaceleración que ha detectado el estudio, la única lectura positiva que han descubierto los especialistas.
De acuerdo con Finkelstein, se puede deber a las políticas federales para mejorar la alimentación en las escuelas públicas, a la mayor conciencia social que existe y a la proliferación de supermercados de comida orgánica, que gozan de un 'boom' en Estados Unidos.
Sin embargo, algunas iniciativas para hacer más accesibles las frutas y los vegetales en comunidades pobres no han dado el resultado deseado, y muchos siguen recurriendo a los McDonald's y Burger King, compañías con una presencia avasalladora de costa a costa.
Según las autoridades públicas, la clave sigue estando en atajar la obesidad entre niños, que ya afecta al 17% de la población. De acuerdo a un estudio paralelo sobre la cuestión, el 77% de niños obesos sigue siéndolo al convertirse en adulto, algo que solo ocurre en el 7% de los casos cuando el niño come de forma adecuada en sus años de crecimiento.
Las estimaciones para las próximas dos décadas cifran el gasto en 550.000 millones de dólares, una cantidad que podría haber sido mayor de no haber sido por la desaceleración que ha detectado el estudio, la única lectura positiva que han descubierto los especialistas.
De acuerdo con Finkelstein, se puede deber a las políticas federales para mejorar la alimentación en las escuelas públicas, a la mayor conciencia social que existe y a la proliferación de supermercados de comida orgánica, que gozan de un 'boom' en Estados Unidos.
Sin embargo, algunas iniciativas para hacer más accesibles las frutas y los vegetales en comunidades pobres no han dado el resultado deseado, y muchos siguen recurriendo a los McDonald's y Burger King, compañías con una presencia avasalladora de costa a costa.
Según las autoridades públicas, la clave sigue estando en atajar la obesidad entre niños, que ya afecta al 17% de la población. De acuerdo a un estudio paralelo sobre la cuestión, el 77% de niños obesos sigue siéndolo al convertirse en adulto, algo que solo ocurre en el 7% de los casos cuando el niño come de forma adecuada en sus años de crecimiento.
Fuente: elmundo.es
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