Destacados científicos de 13 países exigen en un documento enérgicas medidas contra la inseguridad alimentaria, y propone respuestas específicas a nivel de políticas al desafío global de alimentar a un mundo que se enfrenta al cambio climático, el crecimiento demográfico, la pobreza, el alza en los precios de los alimentos y la degradación de los ecosistemas.
Casi mil millones de personas en todo el mundo sufren desnutrición, mientras que otros millones padecen enfermedades crónicas debido a un consumo excesivo de alimentos. A pesar de que la demanda global por productos agrícolas está aumentando, al igual que los precios de los alimentos, aproximadamente la tercera parte de los alimentos producidos para consumo humano se pierde o desperdicia.
El cambio climático ha traído consigo una mayor frecuencia en la ocurrencia de sequías, inundaciones y brotes de enfermedades, y todos los años se pierden en el mundo 12 millones de hectáreas de tierra cultivable debido a la degradación del suelo. El desmonte y limpieza de tierras para su uso agrícola así como las prácticas ineficientes hacen de la agricultura la principal fuente de gases de efecto invernadero en el planeta.
Con el objetivo de revertir esta alarmante tendencia, una comisión independiente de líderes del mundo de la ciencia provenientes de 13 países publicó hoy un conjunto detallado de recomendaciones a los responsables de la formulación de políticas sobre cómo lograr la seguridad alimentaria de cara al cambio climático. En su informe, la Comisión sobre Agricultura Sostenible y Cambio Climático propone respuestas específicas a nivel de políticas al desafío global de alimentar a un mundo que se enfrenta al cambio climático, el crecimiento demográfico, la pobreza, el alza en los precios de los alimentos y la degradación de los ecosistemas. El informe subraya la existencia de oportunidades específicas en el marco de la Cumbre de la Tierra Río+20, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) y los países que integran el Grupo de los 20 (G20).
La Comisión sobre Agricultura Sostenible y Cambio Climático es una iniciativa del Programa de Investigación sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria del CGIAR, que cuenta con patrocinio adicional de la Plataforma Global de Donantes para el Desarrollo Rural. La Comisión reúne a importantes expertos en ciencias naturales y sociales que se desempeñan en las áreas de agricultura, clima, alimentación y nutrición, economía y recursos naturales de Australia, Brasil, Bangladesh, China, Etiopía, Francia, Kenia, India, México, Sudáfrica, el Reino Unido, los Estados Unidos y Vietnam, para que identifiquen los cambios de políticas y acciones necesarios para ayudar al mundo a utilizar prácticas agrícolas sostenibles que contribuyan a la seguridad alimentaria y reducción de la pobreza, y que permitan adaptarse al cambio climático y lograr objetivos de mitigación.
"La inseguridad alimentaria y el cambio climático ya están obstaculizando el bienestar humano y el crecimiento económico a través del mundo, y estos problemas tienden a profundizarse", dijo Sir John Beddington, presidente de la Comisión. "Se requieren medidas enérgicas a nivel de políticas si queremos preservar la capacidad del planeta de producir una cantidad adecuada de alimentos en el futuro". El informe fue presentado durante la conferencia 'Planet under Pressure' (Planeta bajo presión), en la cual científicos de todo el mundo trabajan en el diseño de soluciones para los desafíos a la sostenibilidad global sobre los que versará la Cumbre Río, que se celebrará del 20 al 22 de junio en Brasil.
Haciendo de la seguridad alimentaria y la estabilización climática una realidad
La Comisión ha esbozado siete recomendaciones que han sido diseñadas para su ejecución simultánea por parte de varios gobiernos, organismos internacionales, inversionistas, productores agrícolas, consumidores, empresas de alimentos e investigadores. Según la Comisión, son necesarios cambios en las políticas, finanzas, agricultura, ayuda para el desarrollo, opciones de dieta y desperdicio de alimentos, además de revitalizar las inversiones en los sistemas de conocimiento para respaldar dichos cambios.
El profesor Judi Wakhungu, director ejecutivo del Centro Africano para Estudios Tecnológicos (ACTS, sigla en inglés) afirmó: "Como Comisión, nuestro objetivo fue reunir el conjunto de conocimientos científicos y soluciones prácticas que se han ido acumulando a través de recientes informes de evaluación sobre seguridad alimentaria y cambio climático. Juntos, trabajamos cuidadosamente en el diseño de las siete maneras más importantes en las cuales los responsables de la formulación de políticas pueden hacer realidad la seguridad alimentaria global y la estabilización del clima".
Las recomendaciones de la Comisión apuntan a aumentar de forma significativa el nivel de inversiones globales en un sistema sostenible de agricultura y alimentos durante la próxima década; intensificar de forma sostenible la producción agrícola utilizando las tierras disponibles actuales, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero; y reducir las pérdidas y desperdicios en el sistema de alimentos. "Es necesario darse cuenta de que las fincas agrícolas de todo tamaño en todo el mundo son fundamentales para la nutrición humana y el bienestar económico, pero también se enfrentan a elecciones críticas con implicaciones significativas para la manera en que manejamos el planeta para lograr autonomía a largo plazo", expresó la profesora Molly Jahn, de la Universidad de Wisconsin-Madison, delegada de Estados Unidos.
Coordinación de ciencia y políticas para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles
Las prácticas agrícolas alternativas tienen el potencial de producir beneficios en lo relacionado con la adaptación y mitigación del cambio climático, y la Comisión ha instado a la UNFCCC a que establezca un programa de trabajo que aborde estos temas en conjunto a través del Grupo Subsidiario para Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA, por sus siglas en inglés). "Sin un programa integrado de trabajo sobre agricultura en el marco del SBSTA, corremos el riesgo de diseñar una política global climática fragmentada", dice el vicepresidente de la Comisión, el Dr. Mohammed Asaduzzaman, director de investigaciones en el Instituto de Estudios de Desarrollo de Bangladesh.
"Los países como Bangladesh tienen una clara necesidad de prácticas agrícolas que se adapten al clima, pero también necesitamos un compromiso global serio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que incluye al sector agrícola". El aumento en el nivel del mar amenaza a importantes áreas en Bangladesh, país que ya está experimentando importantes tasas de migración debido a factores medioambientales.
El informe de la Comisión hace referencia a pruebas recientes que muestran que acortar la brecha entre el rendimiento real y potencial de 16 de los principales cultivos podría aumentar la productividad en más de 50 por ciento. "Para producir suficiente alimento para nuestra población en rápido crecimiento, se necesita un nivel mucho más alto de inversión para aumentar de forma significativa el rendimiento de los cultivos, ahora y a largo plazo", dijo el delegado Dr. Nguyen Van Bo, presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas de Vietnam. "En Vietnam, hemos establecido programas modelo para aumentar la producción y calidad del arroz, mitigar la emisión de gases de efecto invernadero y aumentar los ingresos para los agricultores".
Una de las siete recomendaciones de la Comisión es la intensificación sustentable de la producción agrícola en tierras existentes, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades agrícolas. "Se han logrado enormes éxitos en la intensificación sustentable de la producción agrícola, pero todavía queda mucho por hacer", afirmó el comisionado Dr. Carlos Nobre, del Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación de Brasil. "Durante los pasados siete años, Brasil ha hecho grandes avances en la reducción de la pobreza sin dejar de proteger sus selvas húmedas, pero si no fomentamos la ciencia y la práctica de una intensificación sostenible, nuestras selvas y nuestras economías agrícolas estarán en riesgo".
En China, se usan casi 400 kilogramos de fertilizantes químicos por cada hectárea de tierra cultivable. "Tenemos una oportunidad y un plan para frenar las emisiones innecesarias de gases de efecto invernadero derivadas de las prácticas agrícolas ineficientes", dijo el comisionado profesor Lin Erda, director del Centro de Investigaciones de Agricultura y Cambio Climático en la Academia China de Ciencias Agrícolas. "Estamos diseñando políticas públicas y asignando fondos a variedades de cultivos que produzcan bajos niveles de emisión de gases y conserven los recursos de tierra, agua y energía".
En México, las actividades agrícolas representan el 77 por ciento del consumo de agua del país, en parte debido a los enormes subsidios al precio del agua y la electricidad utilizadas para tareas de irrigación. "Debemos redirigir los subsidios públicos para promover prácticas agrícolas sostenibles desde el punto de vista económico y medioambiental y que conserven los recursos naturales finitos", dijo el comisionado Dr. Adrián Fernández, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
Propuestas de Acción de la Comisión
1. Integrar la seguridad alimentaria y las prácticas sostenibles de agricultura en las políticas nacionales y globales
2. Aumentar significativamente durante la próxima década el nivel de inversión global destinada a prácticas de agricultura y sistemas alimentarios sostenibles
3. Intensificar de manera sostenible la producción agrícola, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y otros impactos medioambientales negativos derivados de la agricultura
4. Concentrarse en las comunidades y sectores más vulnerables al cambio climático y la inseguridad alimentaria.
5. Rediseñar los patrones de acceso y consumo de alimentos, a efectos de garantizar la satisfacción de las necesidades nutricionales básicas, y fomentar hábitos de alimentación saludables y sostenibles en todo el mundo.
6. Reducir las pérdidas y desperdicio en los sistemas alimentarios, especialmente los que se derivan de aspectos de infraestructura, prácticas agrícolas, tareas de procesamiento y distribución y hábitos domésticos.
7. Generar sistemas de información incluyentes, compartidos e integrados que tomen en cuenta las dimensiones humana y ecológica.
El cambio climático ha traído consigo una mayor frecuencia en la ocurrencia de sequías, inundaciones y brotes de enfermedades, y todos los años se pierden en el mundo 12 millones de hectáreas de tierra cultivable debido a la degradación del suelo. El desmonte y limpieza de tierras para su uso agrícola así como las prácticas ineficientes hacen de la agricultura la principal fuente de gases de efecto invernadero en el planeta.
Con el objetivo de revertir esta alarmante tendencia, una comisión independiente de líderes del mundo de la ciencia provenientes de 13 países publicó hoy un conjunto detallado de recomendaciones a los responsables de la formulación de políticas sobre cómo lograr la seguridad alimentaria de cara al cambio climático. En su informe, la Comisión sobre Agricultura Sostenible y Cambio Climático propone respuestas específicas a nivel de políticas al desafío global de alimentar a un mundo que se enfrenta al cambio climático, el crecimiento demográfico, la pobreza, el alza en los precios de los alimentos y la degradación de los ecosistemas. El informe subraya la existencia de oportunidades específicas en el marco de la Cumbre de la Tierra Río+20, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) y los países que integran el Grupo de los 20 (G20).
La Comisión sobre Agricultura Sostenible y Cambio Climático es una iniciativa del Programa de Investigación sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria del CGIAR, que cuenta con patrocinio adicional de la Plataforma Global de Donantes para el Desarrollo Rural. La Comisión reúne a importantes expertos en ciencias naturales y sociales que se desempeñan en las áreas de agricultura, clima, alimentación y nutrición, economía y recursos naturales de Australia, Brasil, Bangladesh, China, Etiopía, Francia, Kenia, India, México, Sudáfrica, el Reino Unido, los Estados Unidos y Vietnam, para que identifiquen los cambios de políticas y acciones necesarios para ayudar al mundo a utilizar prácticas agrícolas sostenibles que contribuyan a la seguridad alimentaria y reducción de la pobreza, y que permitan adaptarse al cambio climático y lograr objetivos de mitigación.
"La inseguridad alimentaria y el cambio climático ya están obstaculizando el bienestar humano y el crecimiento económico a través del mundo, y estos problemas tienden a profundizarse", dijo Sir John Beddington, presidente de la Comisión. "Se requieren medidas enérgicas a nivel de políticas si queremos preservar la capacidad del planeta de producir una cantidad adecuada de alimentos en el futuro". El informe fue presentado durante la conferencia 'Planet under Pressure' (Planeta bajo presión), en la cual científicos de todo el mundo trabajan en el diseño de soluciones para los desafíos a la sostenibilidad global sobre los que versará la Cumbre Río, que se celebrará del 20 al 22 de junio en Brasil.
Haciendo de la seguridad alimentaria y la estabilización climática una realidad
La Comisión ha esbozado siete recomendaciones que han sido diseñadas para su ejecución simultánea por parte de varios gobiernos, organismos internacionales, inversionistas, productores agrícolas, consumidores, empresas de alimentos e investigadores. Según la Comisión, son necesarios cambios en las políticas, finanzas, agricultura, ayuda para el desarrollo, opciones de dieta y desperdicio de alimentos, además de revitalizar las inversiones en los sistemas de conocimiento para respaldar dichos cambios.
El profesor Judi Wakhungu, director ejecutivo del Centro Africano para Estudios Tecnológicos (ACTS, sigla en inglés) afirmó: "Como Comisión, nuestro objetivo fue reunir el conjunto de conocimientos científicos y soluciones prácticas que se han ido acumulando a través de recientes informes de evaluación sobre seguridad alimentaria y cambio climático. Juntos, trabajamos cuidadosamente en el diseño de las siete maneras más importantes en las cuales los responsables de la formulación de políticas pueden hacer realidad la seguridad alimentaria global y la estabilización del clima".
Las recomendaciones de la Comisión apuntan a aumentar de forma significativa el nivel de inversiones globales en un sistema sostenible de agricultura y alimentos durante la próxima década; intensificar de forma sostenible la producción agrícola utilizando las tierras disponibles actuales, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero; y reducir las pérdidas y desperdicios en el sistema de alimentos. "Es necesario darse cuenta de que las fincas agrícolas de todo tamaño en todo el mundo son fundamentales para la nutrición humana y el bienestar económico, pero también se enfrentan a elecciones críticas con implicaciones significativas para la manera en que manejamos el planeta para lograr autonomía a largo plazo", expresó la profesora Molly Jahn, de la Universidad de Wisconsin-Madison, delegada de Estados Unidos.
Coordinación de ciencia y políticas para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles
Las prácticas agrícolas alternativas tienen el potencial de producir beneficios en lo relacionado con la adaptación y mitigación del cambio climático, y la Comisión ha instado a la UNFCCC a que establezca un programa de trabajo que aborde estos temas en conjunto a través del Grupo Subsidiario para Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA, por sus siglas en inglés). "Sin un programa integrado de trabajo sobre agricultura en el marco del SBSTA, corremos el riesgo de diseñar una política global climática fragmentada", dice el vicepresidente de la Comisión, el Dr. Mohammed Asaduzzaman, director de investigaciones en el Instituto de Estudios de Desarrollo de Bangladesh.
"Los países como Bangladesh tienen una clara necesidad de prácticas agrícolas que se adapten al clima, pero también necesitamos un compromiso global serio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que incluye al sector agrícola". El aumento en el nivel del mar amenaza a importantes áreas en Bangladesh, país que ya está experimentando importantes tasas de migración debido a factores medioambientales.
El informe de la Comisión hace referencia a pruebas recientes que muestran que acortar la brecha entre el rendimiento real y potencial de 16 de los principales cultivos podría aumentar la productividad en más de 50 por ciento. "Para producir suficiente alimento para nuestra población en rápido crecimiento, se necesita un nivel mucho más alto de inversión para aumentar de forma significativa el rendimiento de los cultivos, ahora y a largo plazo", dijo el delegado Dr. Nguyen Van Bo, presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas de Vietnam. "En Vietnam, hemos establecido programas modelo para aumentar la producción y calidad del arroz, mitigar la emisión de gases de efecto invernadero y aumentar los ingresos para los agricultores".
Una de las siete recomendaciones de la Comisión es la intensificación sustentable de la producción agrícola en tierras existentes, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades agrícolas. "Se han logrado enormes éxitos en la intensificación sustentable de la producción agrícola, pero todavía queda mucho por hacer", afirmó el comisionado Dr. Carlos Nobre, del Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación de Brasil. "Durante los pasados siete años, Brasil ha hecho grandes avances en la reducción de la pobreza sin dejar de proteger sus selvas húmedas, pero si no fomentamos la ciencia y la práctica de una intensificación sostenible, nuestras selvas y nuestras economías agrícolas estarán en riesgo".
En China, se usan casi 400 kilogramos de fertilizantes químicos por cada hectárea de tierra cultivable. "Tenemos una oportunidad y un plan para frenar las emisiones innecesarias de gases de efecto invernadero derivadas de las prácticas agrícolas ineficientes", dijo el comisionado profesor Lin Erda, director del Centro de Investigaciones de Agricultura y Cambio Climático en la Academia China de Ciencias Agrícolas. "Estamos diseñando políticas públicas y asignando fondos a variedades de cultivos que produzcan bajos niveles de emisión de gases y conserven los recursos de tierra, agua y energía".
En México, las actividades agrícolas representan el 77 por ciento del consumo de agua del país, en parte debido a los enormes subsidios al precio del agua y la electricidad utilizadas para tareas de irrigación. "Debemos redirigir los subsidios públicos para promover prácticas agrícolas sostenibles desde el punto de vista económico y medioambiental y que conserven los recursos naturales finitos", dijo el comisionado Dr. Adrián Fernández, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
Propuestas de Acción de la Comisión
1. Integrar la seguridad alimentaria y las prácticas sostenibles de agricultura en las políticas nacionales y globales
2. Aumentar significativamente durante la próxima década el nivel de inversión global destinada a prácticas de agricultura y sistemas alimentarios sostenibles
3. Intensificar de manera sostenible la producción agrícola, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y otros impactos medioambientales negativos derivados de la agricultura
4. Concentrarse en las comunidades y sectores más vulnerables al cambio climático y la inseguridad alimentaria.
5. Rediseñar los patrones de acceso y consumo de alimentos, a efectos de garantizar la satisfacción de las necesidades nutricionales básicas, y fomentar hábitos de alimentación saludables y sostenibles en todo el mundo.
6. Reducir las pérdidas y desperdicio en los sistemas alimentarios, especialmente los que se derivan de aspectos de infraestructura, prácticas agrícolas, tareas de procesamiento y distribución y hábitos domésticos.
7. Generar sistemas de información incluyentes, compartidos e integrados que tomen en cuenta las dimensiones humana y ecológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario