Los padres estadounidenses modificaron la posición de sueño de sus bebés luego de una campaña para prevenir la muerte súbita infantil hace unos años, pero el descenso en la cantidad de pequeños que mueren se estabilizó en los últimos años y algunos decesos siguen siendo evitables, indica un estudio.
El síndrome de muerte súbita del lactante, o SMSL, causa la muerte cada año en Estados Unidos de 2.500 bebés, en su mayoría de entre 2 y 4 meses de vida.Se sabe que los bebés que son colocados para dormir boca abajo o de costado, especialmente con sábanas y almohadones alrededor, o aquellos que comparten la cama con sus padres, corren un riesgo extra de SMSL, también conocido como "muerte del moisés".
Por ello, los médicos y funcionarios de salud pública intentaron llevar el mensaje a los padres de que los bebés deberían ser colocados para dormir boca arriba en una superficie firme, desde una campaña que comenzó en Estados Unidos en 1994.
Algunas partes del mensaje, no obstante, aún no han sido incorporadas, hallaron investigadores de la Escuela de Medicina de la University of California en San Diego.
"Por lejos, el ambiente más seguro para que un bebé duerma es que sea colocado en un moisés con una manta bien ajustada y firme, sin objetos blandos en la cama -ni sábanas, ni almohadones, ni juguetes- y que el bebé duerma solo en su cuna", dijo Henry Krous, quien trabajó en el estudio.
"Cuando los cuidadores ponen a un bebé a dormir, no deberían pensar sólo en colocar al bebé boca arriba, sino que deberían pensar en todos estos otros factores de riesgo", agregó.
Krous y sus colegas compararon los casos de todos los bebés que pasaron por la oficina médica examinadora de San Diego con SMSL como causa de muerte entre 1991 y el 2008. En total eran 568 pequeños.
El equipo halló que menos bebés murieron por SMSL luego de que se difundieron las posiciones peligrosas para dormir. Alrededor de uno de cada 750 bebés murieron por SMSL en 1991, comparado con uno de cada 1.600 en el 2008. La mayor parte de esa caída llegó la década después de que la campaña comenzó.
Pero la cifra se estabilizó en los últimos años.
Los investigadores también notaron que aún hay riesgos evitables en los casos más recientes de SMSL.
La cantidad de bebés que se colocan boca abajo para dormir, por ejemplo, cayó del 85 por ciento antes de la campaña al 30 por ciento luego de ella, aunque la cifra de niños hallados muertos en una cama de adultos aumentó del 23 al 45 por ciento.
"Las personas están incorporando una parte del mensaje, no su totalidad", dijo Debra Weese-Mayer, pediatra de la Escuela de Medicina Feinberg de la Northwestern University en Chicago, quien no participó de la investigación.
La mayoría de los bebés que murieron desde 1991 tenían al menos un factor de riesgo innato para el SMSL, como ser varón o afroamericano o haber nacido prematuramente. Los niños también corrían más riesgo si sus madres fumaban o bebían alcohol.
Krous dijo a Reuters Health que "lo mejor de los dos mundos" es dejar al bebé que duerma en una superficie separada muy cerca de la cama de los padres. Mantener a la madre y al bebé cerca promueve la lactancia, pero evitando que compartan la cama que es algo que aumenta el riesgo de SMSL.
Weese-Mayer cree que los riesgos evitables no se han eliminado completamente por múltiples razones: algunos padres nunca aprenden sobre los peligros de que el bebé duerma boca abajo o comparta la cama y otros saben los riesgos de que no duerman boca arriba pero escogen posiciones alternativas de sueño de todas formas.
Fuente: Reuters Health
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