Las propiedades medicinales de la marihuana son un tema polémico desde hace tiempo. Sus detractores citan sus efectos negativos en la memoria de trabajo y en la capacidad para retener información durante periodos cortos de tiempo como razones para no emplearla para fines médicos. Estos efectos secundarios son de sobra conocidos, pero ahora un grupo internacional de investigadores ha ampliado el conocimiento que se posee sobre la acción neurobiológica que provoca dichos efectos.
El equipo, compuesto por científicos de Canadá, China, Francia, España y Estados Unidos, publicó sus descubrimientos sobre la fuente de los vacíos de memoria en la revista Cell. Descubrieron que el ingrediente psicoactivo principal de la marihuana, el THC, merma la memoria con independencia de su efecto directo en las neuronas.
Los efectos secundarios se originan por la acción de la sustancia en las astroglías, células de sustento pasivo consideradas durante mucho tiempo menos importantes que las neuronas activas. Según el equipo, si se consiguiera separar estas dos partes de la marihuana se podría llegar a obtener todos los beneficios que ofrece contra el dolor, las convulsiones y otras dolencias sin perjudicar la memoria. Hace una década se consideraba que las astroglías daban sustento, protegían y alimentaban las neuronas, pero desde entonces se ha descubierto información en favor de la hipótesis por la cual se afirma que desempeñan una función más activa en la creación de las conexiones entre neuronas.
«Hemos descubierto que el punto de partida de este fenómeno, el efecto de la marihuana en la memoria de trabajo, está en las astroglías», comentó Giovanni Marsicano del INSERM (Francia), uno de los autores del estudio. Xia Zhang de la Universidad de Ottawa (Canadá) añadió que «se trata del primer indicio directo de que los astrocitos modulan la memoria de trabajo».
El descubrimiento fue producto de una serendipia pues la intención original del equipo era la de averiguar por qué los receptores que responden tanto al THC como a las señales producidas de forma natural por el encéfalo se encuentran en las astroglías. Estos receptores CB1R son muy abundantes en el encéfalo, sobre todo en varios tipos de neuronas. En los experimentos realizados por el proyecto reseñado se mostró que los ratones que carecían de CB1R en las astroglías encefálicas poseían una protección contra las deficiencias de la memoria de trabajo espacial que suelen producirse tras una dosis de THC. También se observó que aquellos sin CB1R en las neuronas sufrían los lapsus típicos del consumo de esta sustancia.
Por tanto concluyeron que, si distintos tipos de células expresan variantes diferentes de CB1R, debería existir un modo de activar de forma terapéutica los receptores en las neuronas dejando a las astroglías intactas. «El estudio muestra que uno los efectos más comunes de una intoxicación por canabinoides se debe a los CB1R de las astroglías. Los descubrimientos sugieren además que los astrocitos podrían ejercer funciones sorprendentes en otras formas de memoria además de la de trabajo espacial», añadió Xia Zhang.
El equipo estudiará las actividades de los endocanabinoides endógenos que activan de forma natural los CB1R en las astroglías y otras células. El sistema endocanabinoide participa en distintas funciones como el apetito, el dolor, el humor, la memoria, etc. Giovanni Marsicano afirmó que «sea cual sea la función fisiológica del organismo, es muy probable que los endocanabinoides participen en ella en algún momento».
Comprender los mecanismos que rigen estas moléculas podría conducir a nuevos descubrimientos sobre, por ejemplo, el Alzheimer
Fuente: tendencias21.net
El descubrimiento fue producto de una serendipia pues la intención original del equipo era la de averiguar por qué los receptores que responden tanto al THC como a las señales producidas de forma natural por el encéfalo se encuentran en las astroglías. Estos receptores CB1R son muy abundantes en el encéfalo, sobre todo en varios tipos de neuronas. En los experimentos realizados por el proyecto reseñado se mostró que los ratones que carecían de CB1R en las astroglías encefálicas poseían una protección contra las deficiencias de la memoria de trabajo espacial que suelen producirse tras una dosis de THC. También se observó que aquellos sin CB1R en las neuronas sufrían los lapsus típicos del consumo de esta sustancia.
Por tanto concluyeron que, si distintos tipos de células expresan variantes diferentes de CB1R, debería existir un modo de activar de forma terapéutica los receptores en las neuronas dejando a las astroglías intactas. «El estudio muestra que uno los efectos más comunes de una intoxicación por canabinoides se debe a los CB1R de las astroglías. Los descubrimientos sugieren además que los astrocitos podrían ejercer funciones sorprendentes en otras formas de memoria además de la de trabajo espacial», añadió Xia Zhang.
El equipo estudiará las actividades de los endocanabinoides endógenos que activan de forma natural los CB1R en las astroglías y otras células. El sistema endocanabinoide participa en distintas funciones como el apetito, el dolor, el humor, la memoria, etc. Giovanni Marsicano afirmó que «sea cual sea la función fisiológica del organismo, es muy probable que los endocanabinoides participen en ella en algún momento».
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