Una prohibición de fumar en Escocia se asoció con reducciones en los partos prematuros y los bebés con bajo peso, halla un estudio.
La prohibición nacional de fumar en los lugares públicos entró en vigencia en marzo de 2006. Los investigadores analizaron datos sobre el parto prematuro y los bebés pequeños para su edad gestacional nacidos entre enero de 1996 y diciembre de 2009.
El número de madres que fumaban se redujo de más de 25 por ciento antes de la prohibición del tabaquismo a alrededor de 19 por ciento tras la prohibición. Los investigadores también hallaron que los partos prematuros se redujeron en más de diez por ciento, mientras que hubo una reducción de casi cinco por ciento en el número de bebés que nacieron pequeños y una disminución de casi ocho por ciento en el número de bebés nacidos muy pequeños.
Esas reducciones en los partos prematuros y los bebés de bajo peso ocurrieron tanto en madres que fumaban como en las que nunca habían fumado, un hallazgo que resalta el impacto del humo de segunda mano, apuntaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición en línea del 6 de marzo de la revista PLoS Medicine.
"Los resultados de nuestro estudio añaden a la creciente evidencia sobre los amplios beneficios de salud de la legislación que crea espacios libres de humo y respaldan la adopción de esa legislación en los países donde aún no existe", concluyeron en un comunicado de prensa de la revista los autores del estudio, liderados por Jill Pell de la Universidad de Glasgow.
Aunque los investigadores hallaron una asociación entre la prohibición de fumar y las reducciones en los nacimientos prematuros y los bebés de bajo peso al nacer, el estudio no probó que esas reducciones fueran un resultado directo de la prohibición.
Fuente: PLoS Medicine
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