La planificación familiar, la lactancia materna o el método canguro podrían reducir la mortalidad.
De los 150 millones de niños que nacen cada año en el mundo, algo más del 10% lo hacen antes de los nueve meses de gestación. De ellos, uno de cada 15 no llega al año de vida en el mundo. Si los bebés son siempre vulnerables, los prematuros lo son aún más, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, por primera vez, ha puesto el foco en este problema de salud, que es fundamental atajar como parte del cuarto de los Objetivos del Milenio, reducir dos tercios las muertes infantiles (antes de cinco años) en el mundo en 2015.
El problema va en aumento, según la OMS. La fragilidad de los prematuros es la segunda causa de muerte infantil después de las neumonías, indica el estudio, aunque el 75% podría salvarse con medidas baratas.
Esta incidencia es muy variable, afirma la organización en este informe, que es el primero que hace sobre este asunto. Mientras en los países ricos la mitad de los bebés de 24 semanas (prácticamente, al límite de viabilidad) sobrevive, en los países pobres ni siquiera lo hacen la mitad de los nacidos a las 32 semanas (lo que tradicionalmente se ha denominado en España un sietemesino). En los de menor tiempo de gestación (menos de 28 semanas) es donde el desarrollo tecnológico y médico influye más: sobrevive el 90% de los nacidos en los países más ricos. Lo hace solo el 10% en los más pobres.
Las medidas para mejorar estos datos son, en algunos casos, muy baratas (aunque no siempre fáciles). Por ejemplo, una planificación de la natalidad que reduzca el número de madres adolescentes. Otras son cuestiones prácticas, como mantener la lactancia, o asegurarse de dar el suficiente calor a los recién nacidos. Tener cuidado con las infecciones es otro de los factores.
Este problema de salud, que es universal, tiene, sin embargo, un factor asociado: la riqueza. La tasa de nacimientos prematuros varía del 8% o 9% en los países ricos al 12% en los pobres. Cuestiones como infecciones de la madre, diabetes, los embarazos múltiples o las actividades que las mujeres realizan influyen. En 11 países (Malaui, Congo, Comores, Zimbabue, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Gabón, Pakistán, Indonesia, Mauritania y Botsuana) la tasa de estos nacimientos supera el 15% del total.
La OMS indica que “todo el mundo” puede colaborar para reducir la mortalidad de estos niños. Y esto se ve cuando se revisan las actuaciones recomendadas antes del embarazo, durante, en el parto y después. La gestación y el nacimiento de los niños y su supervivencia es un proceso muy complejo, donde influye desde la nutrición de la mujer, la violencia de género, la preparación de los profesionales, hasta otras como lo que la OMS llama “transporte a lo canguro”, poniendo al niño delante del pecho para que tenga calor y acceda al pecho.
Este problema de salud, que es universal, tiene, sin embargo, un factor asociado: la riqueza. La tasa de nacimientos prematuros varía del 8% o 9% en los países ricos al 12% en los pobres. Cuestiones como infecciones de la madre, diabetes, los embarazos múltiples o las actividades que las mujeres realizan influyen. En 11 países (Malaui, Congo, Comores, Zimbabue, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Gabón, Pakistán, Indonesia, Mauritania y Botsuana) la tasa de estos nacimientos supera el 15% del total.
La OMS indica que “todo el mundo” puede colaborar para reducir la mortalidad de estos niños. Y esto se ve cuando se revisan las actuaciones recomendadas antes del embarazo, durante, en el parto y después. La gestación y el nacimiento de los niños y su supervivencia es un proceso muy complejo, donde influye desde la nutrición de la mujer, la violencia de género, la preparación de los profesionales, hasta otras como lo que la OMS llama “transporte a lo canguro”, poniendo al niño delante del pecho para que tenga calor y acceda al pecho.
Fuente: elpais.com
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